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domingo, 8 de abril de 2012

La Gaviota de Oro

Una Historia de Amor y de Perdón
Dedicada a Monique
(Retazos De Mis Vivencias)

Sucedió hace algunos años  que esta historia comenzó,
en un lugar muy hermoso que creó la mano de Dios,
cada mañana temprano, el señor sol le miró
salía muy feliz al campo aquel joven sembrador.

Los astutos conejillos, se iban detrás a mirar,
donde sembraría el repollo, para luego irlo a robar
y el sembrador niña hermosa, mas de una vez recogió,
algún pajarillo herido y con ternura le cuidó.

Sus manos tenían callos, que la tierra allí plasmó
mas eran fuertes y bellas las manos del sembrador.
Sucedió en un día cualquiera, que después de ir a sembrar,
el Sembrador De Mi Historia se detuvo a descansar

y también en ese día desde un lejano lugar,
de un cuento rosado de hadas, alguien se quiso escapar.
Era una Gaviota de Oro con piquito de rubí,
con ojitos de esmeralda y patitas de zafir.

Y a perseguirla una joven también del cuento salió
y tras la gaviota aquella la joven corrió...corrió...
Subió elevadas colinas y los desiertos cruzó,
en busca de la gaviota que feliz  voló y voló.

Mas cansada ya la joven al ver que no la alcanzaba,
le preguntó al señor sol  hacia que tierras volaba.
El sol contento y radiante con su luz le respondió:

-“Apresúrate a la tierra, donde vive el sembrador”.

El arco iris muy atento su sonrisa le brindó
y la invitó a que viajara en sus rayos de color.
Mas al llegar a la tierra donde vive el sembrador,
la sonrisa de la joven en llanto se convirtió.

Iba tan feliz pensando a su gaviota alcanzar,
que no vio aquel tronco viejo que la hizo resbalar.
Después de un breve momento muy herida se encontró,
sobre un terreno de espinas que su vestido rasgó.

Su vestido que era blanco, de sangre y barro manchó
y muy triste sollozando la noche la sorprendió.
Mas de camino a su casa iba ya aquel sembrador,
cuando la luz de la luna a la joven le mostró.

Y sus ojos se encontraron... Los de el, dulces como miel
los de ella triste lloraron por su vestido rasgado
que ya no podía coser. En silencio, así se hablaron
la luna  los pudo ver,  ella entendió comprensiva,
lo que el sembrador decía en sus miradas de miel.

El tomándola en sus brazos cada herida le sanó
y en tanto que la sanaba, de su boca y su mirada
néctar de miel le brindó.
Y ahora dime niña hermosa ¿ Has de oír lo que pasó?
Después de habersen casado el sembrador de mi historia,
a su casa la llevó.
Y al pasar algunos meses los dos soñaron tener
en sus brazos un capullo con su carita de rosa y su mirada de miel.

Mas este sueño anhelado tan bello no pudo ser,
y así en un día de invierno el sembrador de mi historia,
calladamente se fue;  salió a buscar otra tierra
donde pudiera obtener aquel hermoso capullo,
con su carita de rosa y su mirada de miel.

Y quedó triste llorando la esposa del sembrador,
quedó muy triste llorando, porque ella no pudo darle
el capullo que soñó.

Mas escucha, niña hermosa
Alguien hoy me contó a mi, que vieron volar muy bajo
a aquella Gaviota de Oro con piquito de rubí,
y en un rayito dorado sobre sus alas llevó,
cabalgando a aquella joven  
que al fugarse de aquel cuento, conociera al sembrador.

Esta mañana oí un canto que a mi ventana llego,
me lo trajo una gaviota sobre sus plumas de oro,
envuelto en rayos de sol y al escucharlo decía:
“Es para Monique mi Amor”

Eres tu mi niña bella el regalo que soñé,
con tu carita de rosa y tu mirada de miel,
tus manitas son de seda, tus sonrisas de algodón
con ternura desde lejos, en sueños te arrullo yo.

Y así  mi niñita bella esta historia terminó,
tu eres El Capullo Hermoso, Tu Padre es El Sembrador
y quien voló en la Gaviota del Ensueño y La Ilusión,
escúchalo niña hermosa, mi pequeña  -"Esa Soy Yo”

Marta Lilián Molano L.

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