Para La Estrella Que Eres Ahora
(In Memoriam Diciembre 25/2007)
Esposo de mi ayer, así yo te recuerdo:
Tu risa entretejiéndose a mi risa, mi mano que se pierde entre tu mano,
Tus huellas y mis huellas, dirigiéndose al rio, tu anhelo conjugándose en el mío.
Ruiseñores volando… olor a tierra, a leña, a mangos y a naranjos en flor.
El agua acariciando nuestros cuerpos desnudos…
La melodía de antaño de Moré, haciendo suspirar a las palmeras.
Así, hombre de mi ayer emerges en mi mente
Con sabor a canela, a hiel, a ajenjo… a lágrimas saladas.
Cabalgas en la bruma del pasado, invades mi presente,
Como el esposo hambriento de caricias, que pronunció mi nombre
Con rabia, con dolor y con ternura…quizás también con algo de locura.
Mi nombre que hoy solloza desde el nido vacío de un jilguero,
Enredado en las ramas de majestuosos árboles que plantaron tus manos.
Esos árboles lloran tu partida junto al lecho del rio.
Esposo de mi ayer:
Hoy la añoranza, despertó silenciosa aquí en mi alma y se vistió de luto.
Tu recuerdo ha guardado mi tristeza, entre un blanco jazmín
Que envuelve con su aroma, el mármol de la loza funeraria,
Donde se lee tu nombre esculpido en la tumba solitaria.