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jueves, 21 de mayo de 2015

Yamba Perrita Valiente



En una tarde serena, encontré algo inesperado,
una comarca de pulgas que al verme movió su rabo.
Sigilosa me acerqué y unas pupilas pequeñas
hipnóticas me dijeron: yo quiero que seas mi dueña.
 La tomé por las orejas, pensé que era un gran ratón,
la sumergí en un estanque con agua y mucho jabón.
 Y al escuchar su ladrido,  sorprendida me enteré
que su dialecto proviene de la etnia Nove Bugle.
Yamba le puse por nombre a la indigente perrita
que encontré envuelta en rastrojos,
la que ladra en otro idioma
y era una comarca andante de sarna, pulgas y piojos.
Su padre fue un gran guerrero y cazador talentoso de zutos, ratas y ardillas.
 Ciego, flaco, con lombrices, con una muela  y dos dientes,
perdió su vida el valiente, en la encarnizada riña, con una feroz serpiente.
 Yamba suele defenderse con su colita de flecha,
con ella espanta a los grillos y a los bichos que la acechan.
Y pintada hay en su frente, una hermosa pluma blanca
que es el emblema ancestral
de las princesas caninas en su aguerrida comarca.
Temprano en la madrugada, con Yamba yo caminaba
 y en lo alto de la montaña, un mágico libro abierto, por nosotras esperaba.
Tigres, canguros, serpientes…el demonio de Tasmania,
murciélagos, escorpiones y gigantescas arañas
emergían de aquel libro, haciéndonos musarañas.
Un presuntuoso quetzal, nos invitó a entrar con el
y hasta su última página, aquel libro recorrer.
 Ruidos ensordecedores nos hacían temblar de espanto,
dragones enardecidos y temerosos lagartos.
Y siguiendo nuestros pasos
nos acecha una familia de dinosaurios sin dientes,
ellos nunca imaginaron que mi pequeña perrita es arriesgada y valiente.
Colita pluma de flecha, como una fiera atacó
y en un instante hizo añicos, al dinosaurio mayor.
Su majestad “el León” al enterarse llegó con rugidos estridentes
a presentar sus respetos a la princesa canina
por haber vencido sola, con su colita de flecha al dinosaurio sin dientes.
 Al escuchar los rugidos y presenciar los colmillos de aquel león imponente,
Yamba despierta asustada, aúlla desesperada,
 viene y se orina en mi almohada.
 Llora  en su nativo idioma de la etnia Nove Bugle
y cuando oí sus lamentos, también yo me desperté.
No dudo que Yamba es una perrita valiente,
aunque solo en pesadilla, fue como logró vencer
mi consentida mascota, a un dinosaurio sin dientes.

Marta Lilian Molano L
Mayo 13 de 2015
inscripción en el Registro Nacional de Derecho de Autor, número:1-2015-38144