Siendo una niña, mientras correteaba
en los jardines de mis sueños rosa,
cuando mi padre en brazos me arrullaba
y yo jugaba con las mariposas,
había conmigo alguien que me amaba.
Cuando cansada ya de tantos juegos,
refugiaba mi cara entre la almohada
alguien había conmigo en ese instante
y mientras yo dormía El me cuidaba.
Aprendí siendo niña un bello canto,
que de un amigo fiel a mi me hablaba
me decía que Jesús, era mi amigo
y que a todos los niños El amaba.
Y no podía entender, por qué mi Amigo
no permitía que viera yo su cara...
¿Acaso es que quería jugar conmigo
y esperaba que fuera y le buscara?
Mas mi niñez, se fue como gaviota
y al ver que se alejó, corrí tras ella
quise arrancar mis sueños de sus alas
o cabalgar con ella, hasta una estrella.
Y al verme sola, me encontré llorando
entre las sombras que me acompañaban,
ya no estaban los brazos de mi padre,
que ternura y amor me prodigaban
y tristemente, estaba así pensando:
¿Qué se haría aquel Amigo que me amaba?
¿Se había marchado acaso entre mi sueño,
al irse mi niñez apresurada?
Su rostro nunca vi, mas presentía,
que alguien siempre a mi lado caminaba,
y al caerme enredada en las espinascon amor, en sus brazos me tomaba.
Y al recordar de mi niñez el canto,
el enjugaba de mi rostro el llanto
y entre sus dulces brazos me arrullaba..
Marta Lilián Molano L
Realmente esta oda es preciosa, un canto a tu niñez ya agotada, pero presente con amor en tantas cosas y en este escrito, recordadas.
ResponderEliminarMe ha gustado de verdad. Te felicito.
Un saludo
Margary.
Gracias Margary. Acabo de leer tu comentario que ha traído un toque de luz especial a este día.
EliminarPrecioso, estupendo, es una maravilla, de nuevo felicitaciones...
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