Esta historia se las cuenta, Yamba la perra valiente,
(la que cazó un dinosaurio, un
dinosaurio sin dientes).
Mi amiga la Chombanela, parió ayer
nueve perritos,
tienen el hocico negro y aun cerrados
los ojitos.
Parecen un estornudo de chocolate y
anís,
las patas largas y flacas,
como si fueran caninos enrazados en
lombriz.
Se lo dije a Chombanela cuando la fui a visitar,
y la recién parturienta
mordió furiosa mi cuello y hasta me
puso a temblar.
Luego me abrazó amorosa y riéndose a carcajadas,
me dijo:
tu comentario ha hecho que recordara
al padre de mis cachorros, de mi
pequeña camada.
Tu debes de conocerle, él vive cerca
de acá,
un cazador atractivo que no le gusta
cazar.
Es grande, flaco, pecoso “El Cucaracha” le dicen,
por revolcarse en estiércol y jugar
con las lombrices.
¡Así es el tal Cucaracha, el padre de los
pequeños,
el que aúlla como lobo y anda sin
rumbo y sin dueño¡
-Chombanela, Chombanela aún eres joven y
hermosa,
olvídate de ese perro
y verás cómo tu vida se torna color de
rosa.
Amigos que leen la historia, esta es la pura
verdad,
y con Sotana y Rosario yo se
los puedo jurar.
Sotana es la comadreja que hace días conocí,
Rosario es una ardillita que me hace
mucho reír.
Marta Lilián Molano L
(Panamá Mayo 25 de 2015)
Registro
Nacional de Derecho de Autor número:1-2015-43074
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