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viernes, 5 de junio de 2015

Athena Gata de Humo


(Dedicado a Tatiana Ospina Montes y a Athena, su gata Bola de Humo)

Oí cantar a un jilguero y me asomé a la ventana,
el floripondio exhalaba el perfume de los dioses,
era un bello atardecer, el ocaso suspiraba
contemplando a la montaña mirándose en la quebrada.
 Muy cerca de la montaña, en el volcán del Barú casi invisible danzaba,
 el espanto de un chamán que entre enardecidos ritos
a sus ancestros llamaba.
Y despertó aquel volcán de su sueño tan profundo…
se levantaron fantasmas, abriendo el cofre sagrado
que el volcán había guardado, de aquí, de allá, de otros mundos…
Athena una gata gris, envuelta en ceniza y humo de su cráter emergió,
maullando olfateó a la brisa y la agraciada felina,
como un impetuoso rayo, enigmática y hermosa a mi ventana llegó.
Athena Bola de Humo: de aquí, de allá, de otro mundo…
 La favorita de Zeus, emigró de Grecia a Egipto
con mágicos jeroglíficos plasmados en sus pupilas a los ojos me miró.
Y me sumergió en un sueño, que jamás olvidaré:
Pirámides colosales de indescriptible belleza,
egipcios tallando piedras
y escribiendo en los papiros con sorprendente destreza,
mil momias embalsamadas…
la faraónica mirada del legendario Ramsés,
y mi paseo con Sitra por el Valle de las Reinas.
 Athena “Bola de Humo” fue allí donde me enteré
que en aquella dinastía, en el milenario Egipto,
 como diosa venerada, fuiste tú la consentida
y muy amada mascota del legendario Ramsés.

Marta Lilian Molano L.
Mayo 28 de 2015
Registro Nacional de Derecho de Autor  número:1-2015-43077

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