¿Como detengo mi pluma,
como detengo mi verso?
¿Cómo invado los jardines sublimes del universo
Y convierto a cada estrella en una estrofa de verso?
¿Cómo acaricio a la luna, sin que lo permita el cielo
Y robo de su regazo, su rosario de luceros?
Si los gorriones se callan por temor a la tormenta
Y sollozan las gaviotas, por ver su playa desierta…
En la bóveda infinita lloraría el mismo cielo
Y la luna apagaría su sonrisa de luceros.
Marta Lilián Molano L
(Julio 25 de 2011)
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