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lunes, 21 de marzo de 2016

A Mi Madre a Los Noventa


Recuerdo que en mi niñez, con nosotras se sentaba
para enseñarnos a hacer vestiditos y calzones,
a las pequeñas muñecas, que el niño Dios nos dejaba.
A mi madre la recuerdo cantando...
siempre cantando como un turpial mañanero,
al que de tanto cantar, se le reseca el guargüero.
-Martica: Traígame mija, un poquito de café.
!Cantando, siempre cantando y sin dejar de coser!
Aquellas canciones viejas que papá le dedicaba:
"Como un rayito de luna", "India de los ojos negros"
"Tu eres yo soy, brisa suave" y "La flor de la canela"
Sin dejar de pedalear, ella siempre las cantaba.
Cosiendo, siempre cantando y sin dejar de coser,
no le faltaban canciones,
los recuerdos de mi padre, ni su taza de café.
A veces la madrugada, la sorprendía cosiendo
cantaba por no llorar, ni desistir de coser
era prohibido rendirse, prohibido desfallecer
en aquella humilde mesa, no había mucho que poner.
Cantando, siempre cantando a pesar de los problemas,
la escuché algún día decir:
-!Mija, hay que endulzar la vida, porque a veces, no es tan buena!
Cosiendo.... siempre cantando y sin dejar de coser,
"No le faltaban canciones,
los recuerdos de mi padre, ni su taza de café".

 
Registro DNDA # 1-2016-20318 Colombia.

Recordando a Papá...


Gracias Papá: Hoy quiero agradecer a Dios por ti, aunque ya no estás conmigo.
El aporte que hiciste a mi vida, va "Mucho Mas Allá" de la función del ínfimo espermatozoide conquistando su meta...Tu luz iluminó mi tierna infancia, mi mano se perdia entre tu mano y luego el resplandor de tu existencia se extinguió... se apagó tu sonrisa en mi niñez,  como estrella fugaz, dejando un gran vacio.
Gracias Papá: Sin ti, mi identidad no sería la misma y aunque solo once años iluminaste mi camino, dones tan bellos como el de escribir, admirar el arte y profundizar en la grandeza del espíritu, los heredé de ti. La expresión que frecuente se escapa de mis ojos, la sonrisa y la forma de mis uñas, las heredé de ti.  Por eso aunque tu vida se extinguió hace casi medio siglo, tu vives reflejado en mi existencia. Ese espacio vacio en mi niñez, nuestro hogar, y nuestra mesa,  siempre fue iluminado por el bello recuerdo que dejaste al pasar. Por eso, estás en mí, aunque no estés conmigo.
Gracias Papá: sin ti, mi identidad no sería la misma. Tu breve paso en mi existencia, se me plasmó en el alma...en mi vida... en mis genes. Por eso padre mío,  !Jamás te Olvidaré!  Porque el aporte que hiciste a mi vida, va "Mucho Mas Allá" de la función del ínfimo espermatozoide conquistando su meta.

Marta Lilian Molano L
Sept. 22 de 2016.

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